Indice
- Mar, Marasmo, Maravilla
- La Jaibera
- Cuerpos de agua
- Cangrejo fue a estudiar
- Cuando calienta el sol
- La Marea Sube
- Equilibrios
- El Sabor de los Colores
- Jaibera
- Strong Currents Bring Us Here
- Diáspora: añoranzas, posibilidades y resistencias
- Gracias a la tierra que el mar no nos suelta
- Embodied cadencia: a letter to María
- El océano como un espacio político de placer
- La Diosa de Escamas Espera
- Filosofía Garínagu sobre Ganbiruwa
La Diosa de Escamas Espera
Michelle Ricardo
“Volveré. ¡Oh! Puntarenas.”
Recordando mi puerto. Orlando Zeledón Castro.
En noches de luna clara
el canto viento
me llena en recuerdos.
Antaño,
humilde cuerpo,
cuerpo libre,
jugaste en estas aguas lozanas.
¿Dónde estás?
¡Qué no muera la sorpresa
que arrancó carcajadas,
cuando un cardumen inquieto
hizo cosquillas en la panza!
O aquel descubrimiento
de tus manos nuevas
diluyendo arena
en ilusiones.
Todavía
este sol tropical
aplaude el jaleo de tus ancestros,
cantares cimarrones
haciendo libertad.
•
Ahora
en un farallón distinto
tu mirada adolescente
me reclama.
Espuma corre al encuentro,
me arrullo en tus ojos,
nos hacemos sal.
¡Alegrías te rebosan el alma
en este continente!
Manos indómitas
que resisten temporales de historia.
El abrazo del cóndor.
La memoria del jaguar.
La promesa
de los amantes
acurrucados en volcán.
Y esa herencia
en cordillera hielo
de sangre caminante
que mira al cielo.
•
Ahí
la playa quedó plateada,
y te marchaste
por las adustas tablas del puerto,
hacia una muchedumbre voraz
que rompe piedras
para alimentar vanidad.
Grito,
grito esta urgencia
de consciencia en ojos humanos.
Tu desidia
me convierte el alma
en huracán desbocado
que cura los arrecifes
que matas.
¿Por qué te alejas de mí?
•
En salitre
entro a la ciudad,
acaricio
los rostros que te hacen.
Te busco,
aúllo tu nombre
en calles viejas,
en montañas frutales,
en bailes de huapango y son.
¿Dónde estás?
Tragué orillas
hice deltas, golfos y bahías,
sin encontrarte.
Aquí estoy
horadando litorales,
preparando el reencuentro
de tus manos con tu espíritu
en tierras de islas,
tierras continentales,
tierras de mar.
En Puntarenas espero.