Indice
- Mar, Marasmo, Maravilla
- La Jaibera
- Cuerpos de agua
- Cangrejo fue a estudiar
- Cuando calienta el sol
- La Marea Sube
- Equilibrios
- El Sabor de los Colores
- Jaibera
- Strong Currents Bring Us Here
- Diáspora: añoranzas, posibilidades y resistencias
- Gracias a la tierra que el mar no nos suelta
- Embodied cadencia: a letter to María
- El océano como un espacio político de placer
- La Diosa de Escamas Espera
- Filosofía Garínagu sobre Ganbiruwa
Equilibrios
Jumko Ogata
La manera en la que se conduce la conversación acerca de la conservación ambiental es el punto de partida que nos permitirá entender cuáles son los defectos que tienen las estrategias para enfrentarse a la destrucción de los ecosistemas. En un contexto mundial capitalista que esta construido a partir de dinámicas racistas, sexistas, capacitistas y LGBT-fóbicos impuestos violentamente a través de los procesos de colonización e imperialismo es imposible separar estas formas de opresión del saqueo y destrucción de los ecosistemas marinos, por ejemplo. ¿Cómo se habla desde las instituciones y organizaciones no gubernamentales sobre este fenómeno? ¿A quiénes se prioriza en los esfuerzos de conservación?
La página web de Conservación Internacional, una de las organizaciones a favor de la conservación del medio ambiente con mayor prestigio en el mundo, tiene un apartado en el que describen a qué se enfrentan en el esfuerzo para preservar los océanos el planeta:
Acosado por la destrucción de ecosistemas, la sobrepesca y la contaminación, el océano está perdiendo la capacidad de proporcionar los beneficios de los que los seres humanos han llegado a depender: alimentos, medios de vida, regulación del clima. Todo esto está sucediendo ante un clima que cambia rápidamente. La acidificación del agua de mar, que está reduciendo la capacidad del océano de absorber carbono y de regular las temperaturas mundiales y las pautas meteorológicas locales. Esto no es sostenible.
En este breve párrafo hacen alusión a las problemáticas que amenazan los ecosistemas marinos, haciendo énfasis en las consecuencias para la humanidad. El problema somos todos nosotros, por esto es que debemos reunir nuestros esfuerzos para detener nuestras actitudes destructivas para la naturaleza. Sin embargo ¿Quién es este nosotros? ¿Tienen el mismo impacto las actividades de un pescador que una nave industrial?
De acuerdo con la Fundación AQUAE, la sobrepesca es un término que hace referencia a “la situación en la que se capturan tantos ejemplares de una especie marina que resulta imposible la repoblación”. Asimismo, señalan que aunque no es un fenómeno reciente, ha aumentado drásticamente a partir de la segunda mitad del siglo XX debido a la presencia y desarrollo de la pesca a escala industrial. En cuanto al componente social de esta práctica, se limitan a mencionar las consecuencias que tiene para la economía: cuántas personas son empleadas en la industria pesquera, cuántas comen o dejan de comer por la sobrepesca. No obstante, es fundamental considerar el componente colonial que supone la sobrepesca y la manera en la que afecta a poblaciones racializadas alrededor del mundo. Las prácticas tradicionales de las personas en cada región con los ecosistemas que habitaban fueron reemplazadas por las imposiciones de quienes les invadieron y colonizaron, provocando así el doble de destrucción; no sólo de la naturaleza, sino de las prácticas culturales íntimamente ligadas al reconocimiento y uso de la flora y fauna local.
El principal defecto que tienen la mayoría de los esfuerzos institucionales por la conservación ambiental es precisamente esta falta de reconocimiento de los procesos violentos de despojo que dieron lugar a la dispersión de prácticas dañinas como la sobrepesca: ¿Quién permitió que las naves industriales operaran junto con los pequeños pescadores? ¿Qué deben hacer estos si se termina su fuente de sustento? ¿Migran? ¿Adónde migran? ¿A qué trabajos pueden acceder? ¿Reciben un salario digno?
Por otra parte, ¿los esfuerzos institucionales reconocen la necesidad de respetar y recuperar las prácticas tradicionales de las comunidades pesqueras? ¿O pretenden imponer sus formas de conocimiento sin considerar el contexto en el que se encuentran al igual que lo hicieron sus antepasados algunos siglos antes? La sobrepesca rompe el equilibrio — destruye relaciones complejas en los ecosistemas marinos, amenaza la existencia de muchas especies de flora y fauna, y provoca desigualdad entre quienes subsisten y comercializan con el producto de la pesca. Para comenzar a reparar y sanar los espacios en los que esta práctica ha causado disrupción es necesario partir de sistemas de conocimiento que se opongan a la intersección de opresiones que provocaron la devastación colectiva de las personas y la naturaleza. En síntesis, la clave de las formas de vida autosuficientes y sostenibles no son indescifrables, se encuentran en el conocimiento tradicional de las comunidades; en las prácticas heredadas generación tras generación, en las historias y en las canciones que nos enseñan quiénes somos, pero sobre todo, de dónde venimos.